La ermita del Santísimo Cristo del Amparo fue construid, en la segunda mitad del siglo XVII, junto con la de San Sebastián -hoy desaparecida-, pero su advocación no fue siempre la misma. En 1845, Madoz habla de este templo como del Cristo de la Luz, aunque en 1889 ya se menciona con la denominación actual. Es de esa década de cuando se conservan los primeros documentos sobre su Hermandad, fechados en 1892.
Ubicada al límite de la ronda que señala el límite occidental del casco histórico, esta ermita, que por razones tipológicas y estilísticas podría datarse del siglo XVII, destaca por su sencillez, tanto en el exterior como en su interior. Es aquí donde, en un nicho rectangular rehundido de la pared del fondo, cuelga la talla del Cristo del Amparo sobre un sencillo altar de madera, custodiado por la imagen de la Soledad a la derecha, que procesiona por las calles del pueblo en Semana Santa.
Los distintivos de esta Hermandad consisten en un estandarte con la imagen del Santísimo Cristo del Amparo y cuatro cetros con un crucifijo de bronce que portan los mayordomos. A cada hermano cofrade se le impone un crucifijo colgado con una cinta de color rojo.
Antiguamente se celebraba la fiesta de su fundación durante los días 13 y 14 de septiembre, pero desde hace cuarenta años, motivado por el éxodo de habitantes de la localidad, la fecha de su celebración se trasladó al fin de las fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Oliva, patrona de Valdilecha.